jueves, 10 de septiembre de 2009

Entrevista.

Integrantes: Juana Barreto, María Sara Vivas A., Gisela Guerrero, Ernesto Rojas, Edixon Simancas, Enriqueta Müller.


Entrevista realizada por los integrantes del grupo no Asistido Nº ·, Los Cuicas, explorando la red desde la ciudad de las siete colinas, Valera, al Dr. Luis Beltrán Prieto Figueroa, por su vasta y honda huella docente. Esto, en el marco de las actividades contenidas en el curso: Pensamiento Educativo Venezolano y Latinoamericano, específicamente en su unidad Nº III. La misma refiere, la escogencia por porte del grupo, de un pensador cuyas ideas aún iluminan el quehacer educativo en Venezuela y Latinoamérica. En ese sentido, hemos seleccionado a este insigne educador de intensa y fructífera labor en aras de la calidad educativa de nuestro país y, más allá de sus fronteras durante, el siglo XX y que en el siglo XXI cobra vigencia por su ingenio, sensibilidad, creatividad y proyección que le hizo merecer el titulo de “Maestro de Maestro”. A nuestra manera de ver, Prieto Figueroa es el más ilustre maestro del siglo XX Venezolano.
Su obra escrita, su condición de luchador social y de político militante; su carácter humanista de ensayista y poeta. Su verificación en el periodismo de opinión comprometido con su pueblo así lo confirma.
Participante: -Bienvenido, querido maestro, reciba nuestro fraternal saludo acompañado de nuestra gratitud por su gentiliza al acceder a esta petición en la que llevaremos a nuestros asiduos lectores y evaluadores una semblanza acerca de su vida y su obra docente, en la actualidad, cuando estamos de acuerdo en estrecharnos por medio de la palabra que inspira y edifica. En primer término, díganos ¿Cómo se siente en estos momentos?
Maestro: _ Ante todo, muchas gracias. Debo confesar que me siento feliz de participar en esta reunión, espacio de encuentro dialógico propicio donde vive y palpita el espíritu docente educador que en la patria grande Venezuela lanza un grito de fe porque cree en el hombre y la mujer, que de sus siembras en los ambientes escolares se cosechará en la esperanza del bienaventurado porvenir.
P: _ Maestro, es innegable que nuestra sociedad adolece de una memoria colectiva, por lo que personajes con pisadas trascendentes son prácticamente desconocidos, sobre todo por las nuevas generaciones, por tal razón es nuestro deber hacer remembranza para no perder esa fuerza que forja la identidad como pueblo: La memoria. Al respecto cuéntenos acerca de sus primeros años de vida, lugar de nacimiento, su hogar materno.
M: _ Es motivo de alegría hacer remembranza de mí, esto hace posible no pasar al olvido y mantenerse vivo a través del tiempo. Una vez más me siento honrado por tan grande deferencia. Nací en la región Oriental de la Asunción, estado, Nueva Esparta, un 14 de marzo de 1902. Mi papá, Loreto Prieto Higuerey, mi mamá, Josefa Figueroa; mis estudios de primaria los realicé en mi ciudad natal; secundaria iniciada en el colegio Federal hasta 1925 que me fui a vivir a Caracas graduándome de bachiller en el año 1927, en el liceo “Caracas” dirigido por nuestro maestro Don Rómulo Gallegos.
P: _ ¿En qué año egresa de la universidad y cómo fue su actuación en la sociedad después de sus estudios en la máxima Casa de Estudios?
M: _ En el año 1934 de la UCV, con el título de Doctor en Ciencias Políticas y Sociales. A decir verdad, mi actuación se puede calificar de intensa, políticamente participé como cofundador de diversas organizaciones políticas partidistas, además formé parte de la generación del 28 y luché férreamente contra la política Gomecista. Es importante destacar que estuve en la comisión redactora de la Constitución Nacional de 1936 y de la carta Magna de 1961. Ejercí como ministro de educación, realicé funciones como presidente en el Congreso nacional de la República, desde allí dirijo el proyecto de la Ley Orgánica de Educación, el cual fue tardíamente promulgado en 1980, donde se consagra definitivamente en nuestro país los principios educativos de gratuidad; obligatoriedad y de igualdad social. De igual modo, formé parte del personal de asistencia técnica de la UNESCO, con ello, puedo decir que recorrí casi toda Latinoamérica, además, mi proyecto que tanto quiero la creación del Instituto Nacional de Cooperativa Educacional (INCE), programa de capacitación como estrategia social, fundamental para el desarrollo de las capacidades y posibilidades de los jóvenes, en especial de aquellos en situación de desventaja
P: _Maestro, Sabemos que también integró la comisión presidencial del Proyecto Educativo Nacional, coordinado por el Dr. Arturo Uslar Pietri y que uno de los grandes e interesantes aportes teóricos sobre la educación, fue la tesis del Estado Docente, proyecto éste de Educación nacional, el cual, expelía polémica y controversia, por cuanto dejaba muy claro el papel del Estado. Maestro, háblenos más por favor, acerca del mismo.
M: _Efectivamente, allí, está concebido el rol del Estado en la educación y, sobremanera la separación del sector privado y la Iglesia en la enseñanza. Esto como es natural causó malestar y fui tildado de comunista y ateo (risas). El propósito es, en efecto que, todo Estado responsable y con autoridad real asume como función suya la orientación general de la educación. Esta orientación expresa terminar sus doctrinas políticas y en consecuencia conforma la conciencia de los ciudadanos, es así como expresamente es un imperativo el requisito y la responsabilidad ineludible que tiene la educación de responder al interés de la mayoría y en tal sentido habría de ser: Democrática, gratuita y obligatoria combinando la igualdad de oportunidades y la selección sobre las bases de las capacidades del individuo.
P: _Esto sin lugar a dudas nos permite ver, a grandes rasgos la acción educativa de Prieto como maestro que va desde el aula, hasta los más importantes cargos de la nación. Podemos así afirmar que aquí se conjuga la categoría de la praxis, pues a la acción se le va a sumar la teoría; ya que al mismo tiempo que actúa, escribe y dejas plasmadas sus ideas, las cuales sucintamente podemos ver en algunas de las obras. Usted, Maestro Prieto, en esa euforia democrática y con gran dignidad de la bandera del gremialismo en Venezuela fundó la Sociedad Venezolana de Instrucción Primaria, ¿Cuáles fueron sus objetivos medulares?
M: _Estás en lo cierto jovencita, sólo que esta Sociedad, posteriormente en su avanzada lucha pasó a ser la Federación Venezolana de Maestros, en esta me acompañaron distinguidos educadores, entre ellos, Miguel Suniaga, quien fue su presidente; Luis Padrino y Víctor Manuel Orozco. Es de resaltar la declaración de principios y de organización de maestros y profesores de todas las ramas de la educación sin distingo ideologías políticas y religiosas, para velar por los valores de la cultura, los intereses de la escuela, del niño, tanto así a que al respecto, desde 1937 hasta 1942 en el diario Ahora” de Caracas, mantuve una página que se llamaba: La Escuela, el niño y el Maestro, estos temas se esparcieron en otros órganos periodísticos del país y del extranjero.
P: _Entonces, ¿Cuáles son los fines que propone la Escuela Venezolana?
M: _Incuestionablemente, el fin primordial es levantar progresivamente el nivel espiritual y moral de la nación, para que puedan fortalecer los sentimientos de cooperación y solidaridad nacional; siendo condición previa de la escuela los haya despertado y dirigido, los haya hecho nacer. Es que, además, la escuela democrática tiene por fin la formación de un tipo de ciudadano capaz de pensar y actuar libremente, tomando en cuenta de que sus propios intereses de la colectividad; se trata de un ciudadano que asuma las responsabilidades para con la comunidad y sepa hacerse un puesto en ella.
P:
_ ¿Eso implica una educación para la vida?
M: _Realmente, la educación debe preparar para la vida dentro de un mundo que cambia mediante el desenvolvimiento de intereses y capacidades individuales, habilitando al individuo para adaptarse a las múltiples circunstancias que impone los cambios sucesivos de la vida en la sociedad.
P:_A la sazón de su afirmación, ¿Cómo ve a la escuela de hoy?
M: _Con esta posición, espero no me traten de ateo y loco, (risas) como al Maestro Rodríguez en su tiempo cuando expuso sus ideas educativas y, _seguidamente, continuó argumentando _La escuela venezolana está desorientada en sus finalidades y sin métodos apropiados para hacer efectiva su función formadora y humana, ha venido siendo una agencia intelectualista, formadora de hombres con un bagaje de cultura verbalista, sin saber práctico adaptado a la realidad venezolana. El hombre práctico nunca ha entrado como preocupación de nuestros maestros, de allí que muchas veces la Escuela no afinca al hombre en su medio, dándole mejores instrumentos. La escuela no puede continuar siendo memorística, pasiva, carente de sensibilidad social, entre otras tantas debilidades.
P: _Y, en cuanto al desempeño docente, ¿Qué reflexión daría a nuestros educadores?
M: _Cuando hablamos en la Memoria de Educación, de la necesidad de formar una conciencia unitaria, es preciso crear ideales comunes porque sólo con ideales comunes se forja patria y los maestros deben ser los forjadores de la conciencia nacional. No puede hacerse patria cuando los maestros encargados de forjar en la conciencia de los niños el sentimiento de la nacionalidad, están en desacuerdo con lo que esa nacionalidad significa como ideal de convivencia y con lo que debe ser el destino futuro de la nación, por lo tanto, Venezuela será lo que sus maestros quieren que sea.
P: _ Maestro, habida cuenta que usted el maestro, el político, el inconforme, además con un carácter temperamental y rebelde ha robustecido su espíritu con las corrientes más avanzadas del campo educativo y de manera silente con otros educadores fue modificando en la geografía venezolana el viejo modelo educativo de casta y racista con la nueva escuela activa y las corrientes educativas y pedagógicas más desarrolladas del mundo.
M: _En efecto, de lo que se trata es de la transformación del tejido social, con palabra profunda en el diálogo, un diálogo que edifique solidaridad, cooperativas, que ensalce la dignidad humana. El maestro debe ser el agente de cambio social, convirtiendo la escuela en el centro para fomentar los valores del trabajo y la conciencia civilista.
P: _Bueno, maestro Prieto, ya para finalizar, le damos infinitas gracias por este magnífico momento, ahora, de usted un mensaje para todos aquellos que con voluntad y compromiso, se sienten, se saben, se creen son los constructores de la sociedad.
M: _Es determinante llevar a la praxis el legado de ideas educativas de los pensadores, yo, por ejemplo, he fundamentado la doctrina del Estado Docente en las ideas del Maestro, Simón Rodríguez, porque en esencia trata de la edificación del hombre y la mujer nuevos, del republicano para potenciar la república. Hay que transformar la educación popular. Finalmente, les manifiesto que me he sentido a gusto con esta entrevista, y, continúen consolidando la obra de quienes han trabajado en el transcurrir de la historia fehacientemente por la libertad plena de los pueblos a través de las ideas, la educación y el trabajo en el reflexionar/proponer/contemporizar. ¡Arriba la patria y su presente: Los niños y las niñas!
P: _Muchísimas gracias a usted, maestro Luis Beltrán Prieto. Desde los espacios robinsonianos, Los Cuicas, para ustedes. Por su atención, gracias.

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